
El paso evolutivo más avanzado dentro de la manipulación de solid surface es el termoformado. Con él podremos exprimir al máximo las capacidades del material y ofrecer acabados que ningún otro material permite, siendo este un valor añadido del producto y un factor diferenciador frente a la competencia que nos hará muy exclusivos.
El termoformado incluye dos pasos igual de importantes, el calentamiento del material y la aplicación de presión sobre el mismo para transformar su geometría inicial sólida, en la geometría deseada.
Existen hornos de convección, resistencias o placas, incluso una barra de calentamiento de hasta 4m de largo con la que podemos dar forma a cantos estrechos. Lo mas importante en este paso, es que la temperatura se reparta de forma uniforme por todo el material.
Para el segundo paso, podemos utilizar desde moldes y contra moldes presionados por prensas mecánicas o neumáticas, hasta maquinas con membranas de pvc o silicona, que ejercen la presión sobre el material mediante bombas de vacío. Cada una de ellas tiene sus virtudes y limitaciones, por lo que cada una destaca en una aplicación específica pero se ve limitada en otras.
Es por ello que recomendamos consultar bien sobre el producto antes de realizar ninguna inversión, garantizando de esta manera que adquirimos el equipo correcto para la aplicación deseada. No siempre el equipo más caro es el que mejor resultado nos va a dar en un trabajo concreto.
Otra opción de mayor inversión, con la que se podría abarcar grandes proyectos, es un horno de termoformado. Con esta máquina se pueden deformar grandes volúmenes de material.