El top del Solid Surface, el termoformado
Una de las características más peculiares y que hacen tan especial y único este material sólido es la capacidad de termoformación, es decir, el darle forma una vez está a una elevada temperatura para conseguir curvas y moldeados inimaginables de manera continua y homogénea.

Existen diferentes máquinas para termoformar, algunas muy sencillas y otras más complejas. Desde una barra de calentamiento o un soplador de aire caliente, hasta hornos eléctricos, de convección, prensas manuales y prensas de vacío automáticas con membrana industriales.
Para que el solid surface se pueda termoformar, debe llegar a oscilar los 160ºC, temperatura óptima a la que llegaremos a moldear el material para un espesor de 12mm (precalentando previamente de 15 a 30 minutos el horno). Si el espesor varía, también lo hará el tiempo de precalentamiento.
Una vez conseguida la forma deseada, deberá pasar por una prensa de vacío, que conseguirá aplicar la fuerza necesaria durante unos 40 minutos para poder compactar el material y ser usada para su propósito.
A pesar de estos valores orientativos, siempre es recomendable hacer diferentes pruebas de temperaturas y tiempos de trabajo con el equipo de termoformado que se vaya a utilizar.
Esta aplicación está muy utilizada para mostradores, barras de bar, detalles en fachadas y decoración, en la que se quieran elementos curvos.